Magy Ganiko
Magy Ganiko nació en 1959 en Buenos Aires donde actualmente vive y trabaja.
Artista multidisciplinario, es coreógrafo, director, bailarín, performer, artista visual, también estudió cine en París. Realizó creaciones en Japón, Hong Kong, Francia, Bélgica, Alemania y Noruega. Hijo de inmigrantes de Okinawa, Japón, el mestizaje entre la cultura asiática y la latinoamericana marcará toda su creación artística. Se formó en Japón en danza Butoh con el gran maestro Kazuo Ohno. Su universo habla de reinventar el presente en un nuevo mito liberador. Sus trabajos tocan temas que tienen que ver con las paradojas pulsión-razón, lo sagrado-lo profano, los mitos, el kitsch, la enfermedad, la deformación e Hiroshima-Nagasaki, donde estuvo su padre asistiendo después de las bombas.
Entre sus obras figuran Water Reflections (1997), en colaboración con el artista multimedia japonés Haruo Higuma; Lamentaciones de un pétalo de jazmín (1998); Le Pont du Vent (1998), con la coreógrafa francesa Fabienne Brioudes; MurMurs (2006); Mysteries of Love (2007); Tintorería Tokio (2008); Utaki (2009); La forêt pendu d´un arbre / El bosque colgado de un árbol (2010); Riachuelo (2016).
En 2012 se radicó nuevamente en Argentina, creando el Espacio Utaki donde desarrolla un método de trabajo: MOI.
ZonaZero
21 mayo 16 hs.
Fundación Proa Av. Don Pedro de Mendoza 1929 - CABA
Entrada gratuita - Capacidad limitada
Magy Ganiko se inspira en el mundo azul del pintor francés Yves Klein para coreografiar ZonaZero. Klein está ligado fuertemente a la cultura japonesa: experto judoka, visita Hiroshima y descubre cómo el flash de la bomba atómica había dejado marcas correspondientes a objetos y cuerpos humanos impresos en los muros, las escaleras y el pavimento. Como consecuencia de este viaje, el artista crea una antropometría que titula Hiroshima.
Ginko, cuyo padre fue un “hibakusha” (víctima de radiación nuclear), define su trabajo como una “zozobra” más que como una obra formal escénica o una performance. Zozobrar, naufragar, venirse abajo, estar en la incertidumbre en medio de la tormenta: como un barco sin control a merced de las tempestades. El límite de la zozobra es donde todo lo superficial desaparece, donde lo esencial se vuelve un haiku de vida-muerte. La devastación como “punto zero” para renacer como un Fénix desde las cenizas del horror.
En su búsqueda por lograr la inmaterialización del arte, para Klein el intercambio de oro por una zona de sensibilidad inmaterial era la forma más realista del arte y, también, del arte del mañana. Para Ganiko la ZonaZero es un área de transparencia alquímica donde el cuerpo mediante la danza intercambia oscuridad por luz.
Producción: Fundación Proa.
