La Bienal de Performance, organizada por la Fundación Babilonia para las Artes, la Ciencia y la Cultura, tiene como principal objetivo celebrar y visibilizar el arte de la performance.
El “performance art”, “arte de acción” o “arte vivo”, escapa a definiciones duras o simplificadoras. Para aproximarse a la esencia de su naturaleza se la puede pensar como una expresión interdisciplinaria, orgánica, liminal, expandida y excéntrica, en la que el cuerpo del artista se presenta en todo su potencial poético y revolucionario.
El centro de interés de la Bienal abarca tanto la producción de nuevas creaciones como así también la posibilidad de presentar reposiciones de obras icónicas de artistas de larga trayectoria en la práctica. Para ello, creadores argentinos e internacionales son invitados a desarrollar producciones originales o para reeditar algunas piezas clave en la historia de la performance contemporánea.
Un segmento destacado de la Bienal, está destinado a las actividades académicas. Seminarios, workshops y encuentros, buscan generar espacios de reflexión y exposición de ideas, con el objetivo de crear un puente entre el universo de la performance con el discurso académico.
Como reflejo de la pluralidad y la transversalidad de la práctica que celebra, la Bienal se asocia y dialoga con diversas instituciones culturales locales y del exterior. De esta manera se busca potenciar la conexión, interacción y cooperación entre artistas y, a su vez, impulsar nuevos espacios de cruce, descubrimiento y transformación que posibiliten el surgimiento de nuevos lenguajes.
El equipo curatorial de la Bienal está conformado por artistas y académicos quienes trabajan desde una perspectiva propia, y al mismo tiempo grupal y democrática, en la búsqueda, selección y seguimiento de obras y creadores. En ese sentido, la Bienal se propone como un dispositivo de colaboración y acompañamiento de los artistas en sus investigaciones y producciones.
Desde sus inicios la Bienal se pensó como una plataforma que convocara artistas, curadores y diferentes organizaciones culturales. De esa manera, irrumpió en el contexto local como promesa de continuidad, sumándose a la constelación de bienales internacionales y posibilitando de ese modo la proyección de los artistas locales.
La posibilidad de explorar y confrontar nuevos modelos y metodología de curación, promoción y producción en la práctica de la performance, son siempre premisas esenciales que postulan a la Bienal como una maquinaria de creación y reflexión en movimiento.